jueves, 25 de junio de 2009

Luz



Llueve, hace frío, el color del cielo ya no cambia, es ceniza, sabes que no me gusta así, aunque no lo digo, no me quejo de eso.

Alguien se acercó y al tomar mi mano una extraña energía entró en mí ¿es acaso la felicidad? No lo sé, mi respiración es diferente, podría decir que mas pausada, sin necesidad de que sea rápida, la luz hace que todo cambie.

He pasado demasiado tiempo a la espera de un final que en realidad solo era un comienzo. Ya no hay sufrimiento en este cuerpo que ajeno a cualquiera de mis pensamientos se negaba a tomar en cuenta alguno de mis deseos por continuar.

El dolor me convirtió en una persona terriblemente seria, necesario para ocultarme y no hacer más daño a quienes nunca me abandonaron, pero no dejé que venciera mi deseo de curarme, aún sabiendo que era muy difícil que así sucediera.

Hacía demasiado que las lágrimas no acompañaban a mis lamentos, condenada a pensar cada minuto en la muerte, te confieso que ha sido la parte más dura, eterno tiempo despierta, temblando, aguantando la fina hoja del cuchillo que no dejaba de clavarse en todas las partes de mi cuerpo y alma.

Cuando soñaba me quedaba en blanco, no había recuerdos aparentes, hasta el sufrimiento enmudecía observando mi incansable confianza en la vida.

El mundo no sabrá que me he ido, pasamos de puntillas por él, nos lo cuentan sabias personas que escriben en momentos difíciles, casi siempre a la espera de la muerte. Solo si vives algo parecido puedes entenderlo, de otra manera sería imposible vivir con tanta pena.

La brisa entró en mí, exploré un lugar sin disfraces...

martes, 16 de junio de 2009

Iratxe


Era martes, hacía tanto frío que no conseguía que mis manos entrasen en calor, sudaba de un modo extraño, jamás me había sucedido nada parecido. Viajaba a Madrid por motivos de trabajo, era considerada dentro del partido como una mujer moderada, que nunca confundía lo personal con lo político, algo muy difícil de conseguir por lo que veía a mi alrededor.

La ilusión representaba un gran esfuerzo, había que mantenerla para que el resto, los que venían empujando sin demasiado optimismo ni ganas de creer en lo que hacíamos pudieran algún día lejano o no luchar por convicciones propias reales de libertad.

Mis creencias eran innatas, quizá el odio también lo fuera. Perder a mi padre sin apenas conocerle marcó la etapa mas importante de mi crecimiento. Antxia, como solo yo le llamaba me enseñó lo mas valioso que un hijo debe saber, todo lo hacía por un futuro mejor para mí.
Me quedo con su mirada tranquilizadora y su saber estar con todo tipo de personajes que pasaron por casa.

Crecí sabiendo que no tendría hijos para no causarles el tremendo dolor que la pérdida de Antxia y Mirentxu produjeron en mi adolescencia.
El mundo lo cambiaría para los demás, nada sería mío, por lo que a nadie podría causar perjuicio sentimental.

Asumo mis conocidas relaciones con hombres del partido, acontecimientos puntuales que sólo desmarcaron en una ocasión, el coordinador. Incentivó con elogios intelectuales mi capacidad de tomar decisiones definitivas para movilizar a nuestros seguidores. Supo atraerme al terreno mas difícil de controlar, el amor real. Puedo decir que fué la persona que mas supo de mi, lo débil que era en realidad, clarificó mis sentimientos de una forma increíble y yo dejé que aquello sucediera porque lo necesitaba en ese momento. No me arrepiento de nada de lo que un día pude hacer.

Algo debió suceder porque el viaje que ya se suponía clandestino cambió el destino inicial y con ello la poca comodidad que había mantenido desde mi salida de casa. Al ir sola era mas fácil mi traslado, pero la sensación que me invadía desde el momento que se dio el cambio, me hizo saber que aquello tendría un mal final.

No oigo hablar, llevamos demasiado parados, un estremecimiento conmueve todo mi cuerpo, se abre el maletero del viejo “patos”.
Esto sucede a veces, aunque no por ello es menos doloroso. Moriré a manos de los míos, como parece ser sucedió a mi padre ¿ por qué combaten entonces? Que complejos son sus sueños, sacrifican la libertad condenándonos a quienes trabajamos fortaleciendo los verdaderos ideales.

No habló, pero supe con tristeza quien era. Sus manos regordetas sudaban mientras arrastraban mi cuerpo hacia aquella fosa que parecía haber sido cavada con rapidez. Bajito, gordo, calvo, le pesa la pala. No se molestó en quitarme ningún objeto que pudiera servir de identificación, mi colgante turquesa, mi anillo de flor, la ropa siguen estando en el mismo lugar.

Guardo una llave que logré quitarle en el forcejeo, junto a un botón de chaqueta que había en el maletero. Mi puño quedó cerrado como una verdadera caja fuerte.
Nadie va a buscarme, sin familia ¿quién lo haría? ¿acaso alguien del partido sería capaz de cuestionar ésta decisión?

La cabaña es pequeña, tres ventanas, los árboles la ocultan bastante bien, aunque no está demasiado lejos de la carretera ya que podía escuchar el sonido de un tráfico poco frecuente.

Llevo mucho tiempo aquí, no puedo irme y aún no se por qué ¿crees que tienen que encontrarme para que eso suceda?

viernes, 5 de junio de 2009

Decisiones


Recuerdo que ir hasta allí siempre había producido en mí una agradable sensación de tranquilidad acompañada de una buena dosis de sonrisas internas. Ir sola era habitual y casi mas provechoso que hacerlo con los niños, no paraban de hacer ruido y aburrirse, que llevaran las nintendos me parecía atroz, por lo que era una de las pocas cosas que tenían prohibidas y que aceptaban cuando querían venir conmigo al valle.

Cuando eran pequeños su padre y yo les contábamos historias de magos que les parecían fascinantes, sus ojos brillaban con la ilusión que solo los niños, puros de alma, poseen.
Le prometí a Gregorio que las aguas del olvido nunca cubrirían el lugar que tanta felicidad nos había proporcionado años atrás. Era el amor lo que nos mantuvo unidos, nunca dependencia, pero con su muerte mi vida cambió y no se si supe en realidad hacer las cosas bien. He necesitado su fuerza cada mañana para lograr levantarme y absolutamente todas las noches para poder dormir.
Dificulta continuar el hecho de que tus hijos juzguen todo el tiempo cuando actuás como mamá y cuando pareces copiar a papá. Se que para ellos es muy duro por eso trato de que no olviden la forma de ser de su padre y con el alma rota actúo en ocasiones tal y como él lo hacía.


La vida guarda sufrimiento y felicidad en cofres diferentes, puede que a veces los mezcle demasiado bien y por eso nos cuesta tanto saborear la alegría. Aún así, nunca debemos rendirnos.
Gregorio era un excelente corredor, madrugaba mas que nadie porque decía que no quería desperdiciar ni un solo minuto de su vida. Era muy activo, yo le decía que hiperactivo mas bien.
La enfermedad no le hizo ser diferente, aunque no podía correr, caminaba siempre que se encontraba con fuerzas. Si no podíamos ir a un concierto, lo improvisábamos en casa aunque él tuviese que estar sentado. Cuando perdió parte de la visión, los niños se peleaban por leerle el periódico los domingos y Sonia le dibujó una vela mágica para que le guiara.
Siempre adaptándose a la situación sin quejas ni reproches. Fueron momentos duros, pero nunca bajamos la guardia, los niños eran lo primero.
Aquella mañana fría, prometí seguir luchando por ellos y no dejar de hacerlo nunca. Dije que tendría que verles casados y felices con sus nuevas vidas.
No sabía que yo también tendría que marcharme pronto, dijeron que no puedo estar aquí mas tiempo, he decidido regresar hasta que sepa que nada les va a faltar, después le buscaré y estaremos juntos de nuevo.

lunes, 1 de junio de 2009

Blanca desapareció



Si fuera un sueño ¿lo viviría tan real? Es una desorientación lo que convive conmigo desde hace no se cuanto, ni siquiera recuerdo cuando fue la última vez que hablé con alguien. Da miedo pararse un instante e intentar comprender que me ha sucedido.

No importa salir corriendo mientras escuchas tu respiración agitada, ves a los demás tranquilos paseando sin prestarte la mínima atención, absortos en sus conversaciones, sus músicas, sus pensamientos ¿cuales serán?

Si decido caminar observándolos tampoco se fijan en mi, es como si fuera invisible, son incapaces de ayudarme por mas que les grite completamente asustado, lo estoy, de verdad que si. Tengo pánico a esta soledad que no quiere abandonarme y se empeña en cubrirme cada mañana aun sabiendo que no la deseo.

¿Por qué Blanca no está? Dijimos para toda la vida, pero algo debió ir mal cuando no logro reunirme con ella ¿qué hice? ¿cual fue mi gran error para este terrible castigo? Una y otra vez regresando a este maldito banco, no logro salir del parque ¿qué ha cambiado?

He estudiado cada movimiento que realizo desde que amanece hasta que la noche cubre los árboles.
No se que es lo que hago mal, en alguna parte debe residir el fallo. Al principio creía que se debía a las personas que vienen aquí, luego comprendí que no estaba en ellas porque entraban y salían libremente sin ningún tipo de problema.

También seguí a algunos que me parecían raros porque apenas hacían movimientos y permanecían en las mismas posturas horas y horas. Sus miradas me apenaban y si estaba mucho tiempo cerca de ellos retrocedía a situaciones vividas con anterioridad donde por alguna razón yo no había actuado deacuerdo a mis principios. Me sentía mal interiormente, reviví el día que terminé la relación de amistad con Pedro aun sabiendo que el no había participado en mi despido. ¿Dónde estaría ahora? Habían pasado 10 o 15 años desde aquello y nunca fui capaz de llamarle para hablar con él.
¿Seguiría con Inma? ¿Tendría hijos? Fue el mejor amigo que tuve, la persona mas íntegra que he conocido, el padrino de mi boda, quien mas me ayudó cuando apenas nadie creía en mí ¿cómo pude olvidarlo todo y dejarme cegar por la rabia? Dejé pasar los días sin hacer nada por recuperar algo que si era valioso para mi.

No puedo decir que haya sido un sueño porque no creo que haya soñado despierto, aunque si me dices que es cierto terminaré por creerlo. Ví a Blanca a mi lado en este banco, parecía asustada, se avalanzaba sobre mí una y otra vez. Yo estaba perplejo ¿qué le sucedía? Al levantarme, ella seguía igual, corrí pidiendo ayuda sin saber bien que era lo que mi mujer necesitaba, di vueltas y vueltas al parque, nadie me escuchó, al regresar, la ví subirse llorando en la ambulancia.

Es muy confuso esto, no logro entender bien que ha sucedido...
 


Design by: Blogger XML Skins | Distributed by: Blogger Templates | Sponsored by Application Monitoring