Aún no he avanzado aquí,
debería haberlo hecho hace mucho parece, aunque el tiempo aquí
es diferente, mas bien no se podría definir como el tiempo que
conocéis al otro lado. Pero lo entenderéis si os digo
que mi hija Alba ha cumplido 4 años, lo que quiere decir que
marché hace año y medio.
Mi muerte fue trágica, yo mismo
decidí dármela, empujado por Rafael mi director de
banco, por Don Arturo el juez que firmó mi desahucio, por
Nicolás, Pedro, Jaime, Juan, Roberto, Antonio y algunos
policías mas que se prestaron a seguir el juego del poder y
dar la espalda al pueblo.
Algunos dirán que la decisión
fue mía ¿acaso yo era persona después del acoso
al que fui sometido? ¿acaso quienes me llamaban del banco 10
veces todos los días para repetirme que tenia que pagar aun
sabiendo que siempre iba a decirles lo mismo porque no tenía
ningún tipo de ingreso, me habían congelado las cuentas
y no podía realizar ningún tipo de pago, me habían
cortado la luz y el agua por ello ya que no sabía que eso
podía hacerse, no tienen ningún tipo de culpa en mi
muerte?
Si, dirán que es su trabajo
¿pero si fuera su madre, su padre o su hermano ¿lo
habrían hecho de ese modo? Ya os digo yo que no porque desde
aquí se ven las cosas muy bien vistas.
¿Acaso Samantha que me negó
el pago del agua porque decía que no cumplía alguno de
los requisitos vivirá tranquila? ¿Era requisito ir sin
bañar o con la ropa sucia?
O Ramón que me dijo que no
buscaba trabajo porque me gustaba que me lo dieran todo ¿Todo?
¿Todo era pasar un día entero con un solo café
al que algún amigo me invitaba? Porque todos los céntimos
que tenía los gastaba en curriculums que dejaba en todos los
lugares que podáis imaginaros y hasta en los que no. ¿Todo
era no poder estar con mi hija porque no podía darle nada para
comer? La sociedad fue el mayor cómplice de mi asesinato,
porque yo no me marché porque quise a mi me mataron y lo
fueron haciendo lentamente quienes luego decían cumplir las
leyes de la democracia ¿democracia? Esa palabra os queda
grandes a todos los que solo miráis.
Podría pasar la eternidad
contando como fueron matándome a poquito pero hoy ya, si
quiero avanzar porque aquí no puedo continuar mas.
A mi hija Alba pedirle perdón
por no haber podido salir de esta situación y continuar a su
lado, cuando sea mayor lo entenderá en parte, seguro. Te
quiero como te digo siempre, mi princesa estrella.
A todos los que participaron en mi
marcha de su lado, decirles que ojalá vivan muchos años
porque cuando lleguen aquí he comprobado que no hay Paz para
quien abandona al mas necesitado en el modo que ellos lo hicieron y
la fila de esos empieza a ser muy larga.