Creí que jamás podría decir que no siento dolor, casi había olvidado esta maravillosa sensación de quietud, calma y paz. Demasiado tiempo conviviendo con una aterradora incertidumbre, decidir que es mejor, compartir mi cuerpo con la muerte o hacerlo con un veneno abrasador que parece matarme aún mas rápido que esa compañera inseparable desde hace ya tanto tiempo que lo he perdido en mi memoria selectiva.
Todo iba bien hasta que no lo fue. Pensamos que sabemos mucho, pero no es cierto y he descansado tanto... Mi cuerpo ya no lograba realizar bien sus funciones ¿acaso estaría mejor conectado a una máquina mientras todos me miran? ¿y yo? ¿quién me ha preguntado a mi lo que deseo? Me fui rápido porque es mi manera de hacer las cosas, no iba a cambiar en el último momento. Hubo días en que realmente estaba convencido que me iba a poner bien y saldría del hospital, luché por algo imposible de lograr, no me arrepiento de eso, me sentí persona y vuestro cariño hacía que saliera adelante. Os costará, pero un día perdonareis a quienes creéis culpables de lo sucedido, algo ya decidido desde hace mucho tiempo y que no puede ser cambiado. Se que es difícil de entender desde vuestra postura, pero lo veréis cuando sea el momento.
He vuelto a hacer tantas cosas que tenía olvidadas...
Cierto, y necesitamos perdonar para seguir caminando. buen blog, seguiré paseando por estos laberintos...
ResponderEliminarGracias Gusmar, será un placer tenerte por aqui siempre que desees pasear.
ResponderEliminarUn beso astral!
Bonito gesto de tu corazón Aimara,
ResponderEliminarque estas fechas tan señaladas
tengas una ¡feliz Navidad!.
un abrazo.
Gracias Ricardo!! Que tu Navidad sea lo mas feliz posible. Un fuerte beso astral!
ResponderEliminarGracias por estar ahi. Un abrazo
ResponderEliminarGracias a ti por venir, aun sabiendo que a veces estoy sin estar. Un fuerte abrazo!
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ResponderEliminar:-)
ResponderEliminarTanto tiempo...
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