Todo el tiempo viví temiendo la llegada de la muerte, tan solo duró un breve instante, el mismo en que fui feliz. Debería haber sucedido mucho antes, quizá conseguí desviarme del camino que me llevó a ella, solo huí porque tenía la firme convicción de que todo podía cambiar en unos años.
Ana era la mujer con la sonrisa mas tranquilizadora que nadie pudiera poseer, una de tantas virtudes por las que me enamoré de ella. Ni un solo día dejé de recordarla.
Aprendí que en realidad no decidimos nosotros, cuando quise ir al norte la lluvia arrastró el puente y con él los planes que había logrado trazar durante la noche. En el mismo momento que vi positiva la idea de pasar inadvertido entre los feriantes que llegaban a la ciudad, el incendio hizo que tuvieran que marcharse.
Fueron muchas situaciones las que cambiaron mi modo de entender lo que algunos llamaban destino y aunque mi cuerpo caminaba, comía y dormía, mi alma había muerto cuando salí de mi pueblo, ni yo mismo podía reconocerme.
Mi corazón no entendía la razón de lo que me estaba sucediendo, pensaba diferente a la mayoría, era un adelantado a mi tiempo como dijo aquel cabo, Julián, de mirada paralizadora y eso me condenaba como criminal peligroso que no merecía ser juzgado.
La condena había sido firmada años atrás, siempre lo supe, por eso cuando disparó no bajé la mirada, no le veía a él.
Me encontraba sentado con mi mujer en la fuente de la plaza grande, me decía que podría escribir historias que los demás leerían sentados en sus casas, yo bromeaba sobre las caras que podrían si decía algo inconveniente o inesperado. Le dije que sorprendería a todo aquel que leyese la historia de mi vida, conseguiría que un escalofrío rozara su alma sobre todo de quien lograra verme...
Creo que un día seré, seremos encontrados y la paz jamás nos abandonará.
Bonito relato, escolofriante y duro pero bonito. Si la vida a veces nos pone a prueba tantas veces, y que uno a veces ya no sabe por donde salirse.
ResponderEliminarBesos
Triste relato aunque bello, moraleja de eterna reflexión.
ResponderEliminarMis besines
:)
ResponderEliminarLaura
anna, quizá aceptar el lugar donde uno se encuentra sea otro de los caminos que cuesta seguir.
ResponderEliminarbesitos astrales y mucha luz!!
Silencios, está bien eso de reflexionar :-)
ResponderEliminarBesitos astrales y mucha luz!
Violetaaaaaaaaaaaaaaaaa!!! Eres un primor ;-) No lo olvides nunca.
ResponderEliminarBesitos astrales y mucha Luz!!
HOLA AIMARÁ,
ResponderEliminarSABES UNA COSA?
EN MI ÚLTIMA CRISIS DE ANGUSTIA, QUE FUE LA SEMANA PASADA, LA PRESION ARTERIAL COMENZO A HACER PIRUETAS, Y ME DIJE...
MORIRÉ EN ESTOS DÍAS, ERA UNA SENSACIÓN MOLESTA Y HORRIBLE, NO SALÍA DE CASA, LLORABA TODO EL TIEMPO, HASTA QUE ME DIJE, O ME PROPONGO VIVIR LO QUE ME QUEDE DE VIDA, DE FORMA AGRADABLE?
O VOY A JODERLE ALA VIDA A TODOS PORQUE JAMÁS ME SUICIDARÍA,
Y DECIDÍ CAMBIRA DE ACTITUD, Y EMPEZAR A CERRAR ESAS VIEJAS HERIDAS, QUE DUELEN TANTO COMO SI FUERAN DE HOY.
BESOTES.
Marialaura me alegra mucho saber que tomaste la decisión de cerrar y empezar un camino nuevo, sobre todo porque la decisión la tomaste tu, que eres la realmente valiosa.
ResponderEliminarGracias por compartir conmigo lo que sientes.
Un besito astral y mucha Luz siempre!!
Muy profundo y sencible...
ResponderEliminarbendiciones:D
Que relato más tierno.
ResponderEliminarGracias por mostrarme el camino para venir.
Un beso, cielo.
Natacha.
Precioso relato, entender las cosas que nos pasan en la vida, es algo dificil, a veces imposible, sobre todo si van en contra. SUpongo que lo importante es saber esquivar, y soltarte, y no aferrarte, a la par de saber buscar, conocer y conocerte, seguir y aprender y aprender a seguir. Me gusta como escribes, sigue asi, te sigo de cerca.Un Saludo
ResponderEliminarUn placer pasear por tus letras.
ResponderEliminarTe abrazo
MentesSueltas.
Me trae tristes recuerdos, cuando, en mis ataques de ansiedad, no encontraba consuelo con nada, se pasa mal, la vida es dura, cuesta salir de la angustia, pero hay que intentarlo, con fuerzas, cuesta, pero se llega a salir.
ResponderEliminarTriste y real relato, como la vida misma, la vida es muy complicada, es dificil entender lo que nos pasa, pero al final se comprende cual es nuestro cometido en ella.
Volveré a visitarte, besos.
Aimara leyendo los mensajes he podido encontrarte y ahora entiendo que no encontraba tu antiguo blog.
ResponderEliminarQue decirte del relato, duro triste, pero tiene una refrexion que por muy mal que esta nuestro camino siempre encontramos fuerzas para seguir y disfrutar de lo maravilloso que es vivir y sentirse vivaaaa.
Seguiremos en contacto
Con cariño
Mari
Genius, gracias por seguir pasando por mi casa.
ResponderEliminarBesitos astrales y mucha Luz!!
Natacha, ya te extrañaba :-) Sabes que aunque esté algo ausente sigo teniéndote en mente ¿vale?
ResponderEliminarbesitos astrales y mucha Luz!!
Alguien, todo un honor que me sigas de cerca ¿sabes? quizá también yo te siga a tí, aunque no me veas ;-)
ResponderEliminarBesitos astrales y mucha Luz!!
Mentes sueltas, la suerte es mía por poder contar contigo en un mundo tan extrañamente material.
ResponderEliminarbesitos astrales y mucha Luz!!
DEMOFILA, me alegra saber que esos recuerdos solo forman parte de un pasado, seguro que con la estabilidad que da ver las cosas hoy, has aprendido mucho.
ResponderEliminarbesitos astrales y mucha Luz!!
estoy_viva, verte por aquí me alegró el día, te extrañaba mucho mucho!!! Me alegra comprobar que continuas con esos deseos de sentirte viva!!
ResponderEliminarBesitos astrales y mucha Luz!!