El viento nos hizo quedar abatidos en una zona difícil de acceder por nadie, sin abrigo aparente para guarecernos de las embestidas del mar.
Mirábamos al cielo temerosos del castigo que parecía querer infringirnos. La bitácora fué arrancada del lado de el práctico mientras se encontraba inclinado observando lo que sucedía, con lantia en mano.
Cabeceábamos como nunca habíamos visto ninguno, lo que nos hacía sentir el miedo de un modo diferente, hasta ahora no vivido en cuerpo propio.
Cerrazón mirases a donde mirases... y esa bruma que helaba tu sangre.
Abandonar no hubiera sido buena elección, lo sabíamos y permanecimos luchando.
Rastrearon mi cuerpo sin suerte, hasta que pude ver el final y llegué a la orilla. Cansado continué corriendo hasta estar dentro de el, su luz era débil, logré arreglarla y miré rezando porque ellos pudieran verla desde donde se encontraban, asi sabrían que no estaban tan lejos como pensábamos de la orilla.
No podía permanecer esperando, corrí de nuevo hacia el mar sabiendo que cada segundo perdido era crucial para salvarles.
A Samuel lo arrastré como pude dejándolo en la arena, lloré de impotencia y desesperación, mi barco ya no podía divisarse. Ni siquiera vi acercarse al farero, que trataba de ayudar a Samuel. Le grité y le dije que había abandonado su puesto, ese error de la luz había acabado con mi tripulación.
"No hubo error en la luz de mi faro, como la viste la sigue viendo todo el mundo, el resplandor que dejaste al salir de él, es el tuyo Sergio".
Gracias por su visita en mi blog.
ResponderEliminarSu blog es también precioso!
Usted es bienvenido la!
Besos
Bienvenida de nuevo.
ResponderEliminarDesde hace un tiempo contesto a los comentarios de mi blog de manera personal a través del mail. Si quieres puedes enviarme el tuyo.
Un beso.
La farera bien podías ser tú, con tus aportes de luz. Lo que me recuerda una cosas que suelo pensar: que los escritores siempre tienen algo de fareros y de aportes de luz, más que para ellos, para los demás. Hay gente que tiene ese don.
ResponderEliminarGracias por volver a leer y por tu comentario, y velar por el rumbo de mi navegación...
Un abrazo.
Lu Nogfer, este sigue siendo tu blog, no lo olvides.
ResponderEliminarBesitos astrales!!
Gladiador, encantada de continuar paseando por tus emociones, siempre que lo permitas aqui sigo.
ResponderEliminarBesitos astrales!!
JJ!! Gracias por verme un poco como farera, no descuidaré en ningún momento tu rumbo, estoy segura que llegarás a buen puerto tantas veces como desees, eres un estupendo navegante. Como dice un gran compositor "...acepté el encargo solo por imaginar tu sonrisa..."
ResponderEliminarBesitos astrales!!
Un cierre espectacular. Te felicito.
ResponderEliminarUn placer leerte. Saludos.
Muchas gracias salvador!! me alegra que te guste.
ResponderEliminarUn besito astral!!
Pues con tanta luz yo llegue a ti, es que no me ves, ahora llevame de vuelta, que sino me pierdo..
ResponderEliminarUn buen relato me gusto
Con cariño
Mari
Mariiiiiiiiiiiiiiiiii!!! que alegría leerte por aquí!! Claro que te veo, siempre brillas de una manera diferente.
ResponderEliminarBesitos astrales siempre!!
Se puede salvar de mil maneras!
ResponderEliminarme encanta este relato!
=) HUMO
Muchas Gracias Humo!! todo está en ponerse ¿no?
ResponderEliminarBesitos astrales!!
Me ha gustado mucho la narrativa de "EL VIAJE".
ResponderEliminarTambién aprovecho para agradecerte tus comentarios y recorrer mentalmente esos maravillosos lugares misteriosos de Egipto.
Yacob, es que nos haces pasear por Egipto de un modo que pocos pueden lograr. Yo encantada, aunque como dices solo sea mentalmente ¡jaja!
ResponderEliminarBesitos astrales!!
Hay mucha voluntad escriba en vos como también una visión diferente de las cosas.
ResponderEliminarAveces hay que usar el punto, otras preguntarse si el verbo coincide con la acción y finalmente si el tiempo concuerda con la forma en que queremos narrar las cosas. Ánimo Aimara la mar es grande y muchos los vientos.
Gracias Gran Lobo!!
ResponderEliminarContinuaremos moviéndonos entre la Luz, dejando que nos invada por completo para sentir que seguimos vivos, un privilegio que algunos ni siquiera saben que poseen.
Besitos astrales!!