
Me considero culpable en parte de la muerte de mi hija, eso es algo que llevaré dentro, pero siempre luché por cambiar la situación, sobre todo con los niños. Lo hacía de otra forma, cuidando mucho mas mis actos, temiendo siempre por ellos, como cualquier madre, bueno quizá no como cualquiera después de lo vivido con ella.
Siento que no voy a poder finalizar lo que empecé y no se que decir para no equivocarme, que es lo realmente importante para que se entienda en el grado que se necesita. Podría decirte mucho y a la vez nada, porque todo es importante en el momento en que sucede ¿ y después? He vuelto miles de veces al día en que Samanta se marchó, pero jamás he podido hacer que regresara.
Quiero que veas a Pablo, que intentes ver mas allá y observes algo que supuestamente tiene desde su nacimiento y que yo se que le hicieron ellos aunque no pude verlo en su momento, siempre hacen lo que la familia tiene impuesto sin importar mentiras ni actos deshonestos, el circulo bien lo vale todo. Uno de los juramentos al entrar es la lealtad siempre a cada uno de los miembros, anteponiendo los de mayor grado sin dudarlo, sin importar parentesco (humano) ni por supuesto afinidad. No puedes poner en duda nada que venga de mas arriba tuya, actuar ciegamente ante cada palabra dicha o escrita por quien sabe y sabrá mas que tu. Somos insignificantes ante sus ojos, por lo que debemos agradecer que nos mire y quiera compartir su gran sabiduría con nosotros, de la manera en que vea correcto hacerlo y sin oponernos nunca.

Fui sometida al desprecio por muchos, al maltrato físico por otros el día en que me negué a estar con el. Quiero dejar claro que mas me duele a mi contar lo sucedido, que me pasara sin ser un sueño, sabiendo que era tan real como mi triste vida allí. Pasé por todo lo que una persona puede pasar, pero no dejé que me quitaran mi dignidad sin oponerme a ello.
Debía creer que porque el resto me mirase mal y hablase a mis espaldas de mi, iba a cambiar la postura que había tomado ante su orden, en realidad poco me conocía para llegar a esa falsa conclusión, jamás iba a dejar en pleno juicio que me tocara. Si mi marido había terminado de perder los valores que tuviera, yo no lo iba a hacer ¿cómo podía mirarme a la cara?
Yo nunca me había metido en la vida de nadie, si ellos querían someterse a aquello eran libres de hacerlo, de hecho muchos lo hicieron con agrado, por supuesto engañados por un mas allá repleto de bendiciones otorgadas gracias a las maravillas de nuestro líder. Con tres hijos, ya en el mundo terrenal solo con dos, no iba a permitir semejante atrocidad.
Ahora espero un final que no tardará en llegar aunque he pasado un tiempo aferrada a la espera de una ayuda para mis hijos, queriendo creer que podía ponerme bien, que haría lo que dijesen por mis hijos. Pero veo demasiado claro que eso no podrá suceder, que mis días se terminan, me entristece pensar que ellos me olvidarán porque me borrarán de sus memorias al igual que a su hermana, me entristece que Carlos no haya sido capaz de ayudarme, ni siquiera de venir un día a verme, se que sabe donde estoy ¿serán mis hijos un día como él o alguien será capaz de contarles mi historia cuando sean lo suficientemente maduros para comprenderla? ¿cuantas personas deberán pasar por situaciones parecidas a la mía? Solo tengo 38 años y una vida de sueños rotos sin derecho a ser arreglados.

Ella si viene, como para cerciorarse de que sigo aquí, con sus guantes negros y su helada mirada me asusta tanto como antes, es en ese momento en el que permanezco junto a mi cuerpo tratando de no irme, es difícil explicar la sensación, sintiendo su odio, escuchando sus palabras que aun me hacen daño y aguantando hasta que abandona la habitación. Siempre a oscuras, solo esa pequeña lámpara que encienden cuando entran a ¿verme? ¿asegurarse que no he despertado? Oigo perfectamente y siento su energía. Ella habla de lo contenta que está, ha ganado la batalla, le ha buscado a Carlos otra mujer que si estará a la altura, solo será cuestión de días para que su hijo acepte la situación, por supuesto, los niños están encantados con ella, tranquila, tranquila que de ti no se acuerdan, ya les dije que te has vuelto a portar mal como cuando dios se llevó a Samanta solo que esta vez la abuela fue mas rápida y consiguió que en vez de a ellos se te llevaran a ti misma. Su frialdad diciendo esas palabras era ya normal en ella, eso que ni sabe que puedo escucharla, aun así disfruta cada vez que entra al cuarto. No me toca, debe de darle algo de miedo, eso me gusta, que sienta al menos una parte de lo que ella es capaz de causar en muchas personas, permaneces allí alejada mirándome, soberbia, altanera pero asustada a la vez, como si yo pudiera ser capaz de levantarme y saltar de la cama hacia ella. Solo estará tranquila el día que desenchufe la máquina ¿sabes? Ahora yo también se que lo estaré porque tu me has enseñado a ver que se pueden cambiar algunas cosas, que hay personas capaces de ayudarnos sin ni siquiera conocernos, se que no estoy sola al igual que tu no lo estás. Quiero que un día se sepa mi historia, hasta entonces continuaré el tiempo que pueda ayudándote a entender que son o creen ser el círculo.
