viernes, 26 de febrero de 2010

Salid del Circulo V



Carla fue la primera que perdió el norte debido al tema de la dichosa dieta, aunque nunca lo admitieran, ya que había sido realizada por expertos nutricionistas y doctores. ¿Por qué no la tomaban ellos? Porque eran puros, si, si, se que esto te puede hacer reír, pero te aseguro que a quien tenía que realizarla en ningún momento le daban ganas de nada parecido, bueno, a Carla le dio de todo, lo peor fueron las alucinaciones, era tremendo verla en ese estado, estresada y físicamente débil, hablaba sola a cada instante y empezamos a dejar de verla por las sesiones, tenía que descansar. La última vez que estuve a su lado, no veía, no oía, no hacía nada. La llevaron a un psiquiátrico donde aún permanece ingresada. Oficialmente tenía un desequilibrio de personalidad, ella misma lo había comentado a su llegada, todos habríamos confesado nuestra vida pasada en la primera reunión particular con uno de los miembros, se hacía así para no sentirnos obligados ni avergonzados delante del resto y por supuesto eso no saldría nunca de allí.

A mi no pudieron chantajearme con nada de aquel día, iba preparada gracias a Erika, la cual no quería quedar mal ante sus amigos y había dicho que yo era una chica excepcional, así que sólo me colocó un par de tonterías para no parecer una santa. Fue el señor Ruiz quién me recibió, estaba encantado de explicarme el funcionamiento y de tenerme allí, mis referencias eran impecables por lo que intuía que estaría con ellos muchos años, seguro que yo me sentiría como en mi propia casa, aquello era una gran familia, todos se ayudaban no existía la envidia ni el rencor, por supuesto no se aceptaba la mentira, eso era cosa del mundo violento, del que hacía mucho ni se acordaba. Todo era perfecto, estudiado y aprendido sin ningún error, incluso las pausas que hacía me lo imaginaba frente al espejo preparándoselas. Yo intentaba no perder el hilo, sonreír en todo momento y asentir como Erika me había dicho que hiciera. No me gustaba esa manera de tocarme, de coger mis manos, el contacto físico que se dio aquel día me hizo sentir pequeña y a la vez me entraron mas deseos de que me admitieran, había visto niños en el jardín y pensar que les hicieran daño me alteró los días siguientes, ante la espera de su decisión. ¿Sabes? El doctor Jimenez se ofreció a realizarme un chequeo gratuito para darme la bienvenida, como si eso fuera lo mas natural del mundo, por supuesto dije que no, aunque Carlos me convenciera mas tarde de que era una gran idea, no me costaba nada y el estaría mas tranquilo sabiendo que yo me encontraba en perfecto estado, si no los paseos a caballo se acabarían, no me llevaría mas porque no podría perdonarse que me ocurriera algo, así que a los dos meses de estar allí, todos conocían mi maravilloso estado de salud, aunque a mi nunca llegasen los resultados tal y como habría querido.

Deduje que todo iba como ellos deseaban al ver el trato que me daban, a eso se reducía el círculo, si estabas sano eras bienvenido, si algo te pasaba poco tiempo permanecías dentro y la primera vez que fui consciente de eso fue cuando Pedro se negó a hacerse mas pruebas. El pobre hombre estaba cansado de tanto análisis, radiografías, tac, resonancias... era asustado la palabra que podría definirlo y no era para menos. Yo sentía que lo hacían para cansarlo y que se marchara por donde había venido, apenas llevaba el mes y poco había podido ver. Por supuesto Carlos me recordó que no debía meterme en aquel tema, era asunto de mucho mas arriba, además mis obligaciones sabía perfectamente cuales eran y no mencionaban tratar a los nuevos y menos dirigirme a los hombres. Seguía sorprendiéndome con aquel modo de actuar, las mujeres no importábamos apenas, aunque los trabajos de mas cansancio siempre los desempeñábamos nosotras, como si solo fuésemos criadas sin derecho a opinar.

Carlos no lo decía, pero le gustaba que reaccionara y le dijera a veces las cosas ( siempre a solas), eso era lo que me hacía diferente a las demás, la rebeldía que el habría querido ser capaz de tener y la sinceridad de mis palabras cuando estábamos solos. Quería ser diferente a lo que era pero no podía, sus padres le hicieron crecer envuelto en mentiras, discernir ahora que era o no real se hacía muy complicado, pero yo lo veía luchar ante determinadas situaciones y seguía pensando que algún día podríamos irnos, ser una familia normal, vivir sin miedos y amándonos como al principio.
Imagino que esas ideas fueron las que mantuvieron mi cordura, las que no dejaron que me volviera loca, le amaba tanto... que jamás había creído que hubiera permitido que le hicieran daño a su hija. Solo tenía 9 años ¿cómo dejó que sucediese? Era una niña ¡ no podía hacerles nada! Es increíble pensar que le tuvieran miedo, Alejandra siempre decía que la actitud de la niña hacia ella era desafiante, no era capaz de ver que solo reflejaba su maldad cuando quería verse en Samanta. Se que su bondad y su ingenuidad fueron las causantes de su muerte, algo que nunca podré perdonarme. Esa tarde tenía que recoger unos libros en la otra punta de la ciudad, ir al curso de economía (menudo rollo) al que Carlos me había apuntado, ya que yo sería la ideal para seguir llevando las cuentas del círculo y habían cambiado el programa informático para hacerlo. Después Alejandra me encargó que le hiciera unas compras, ella se quedaría con los niños hasta que llegáramos uno de los dos, no había ningún problema. Pero si que lo hubo. Hacía mucho frío, se me helaban las manos cada vez que tenía que quitarme los guantes, empecé a sentirme mal, pero aguanté la terrible tarde.

Alejandra tenía un perro, un chihuahua, supuestamente por un descuido salió al jardín y no conseguía encontrarlo, le dijo a Samanta que le ayudara a buscarlo, hacía mucho frío y podría morirse solito en la calle. Mi hija pasó mas de 4 horas dando vueltas por la manzana, triste al pensar que el perro había muerto, como decírselo a la abuela y sin darse cuenta de que ella iba sin su abrigo y con las zapatillas de paño... Fue en el jardín donde Alejandra la recogió. Ni siquiera se había llevado el perro a casa ese día. Me embarga tanta pena al contarte esto que no creo ser capaz de decir mas hoy. Saber que estuvo sola me desgarra por dentro ¿qué ser humano puede hacer algo así a un niño y continuar viviendo sin ningún tipo de remordimiento? Carlos conocía a su madre mejor que ninguno de nosotros, sabía hasta donde podía llegar, entonces ¿ por qué no impidió que sucediera aquello? ¿Tenía también miedo de su propia hija?

8 comentarios:

  1. Una historia de circulos concentricos: un auténtico círculo, la madre, también...

    Un saludo, Aimara. Hasta la próxima.

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  2. Hola J.J

    Es un poco complicada la vida de Andrea, o mas bien lo fue durante la epoca en que el circulo la hizo prisionera de tantas mentiras.

    Me alegra verte por aqui.

    Besitos astrales y Mucha Luz!!

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  3. HOLA AIMARÁ.
    POR EXPERIENCIA PROPIA TE DIGO QUE NO ES FÁCIL, RECONOCER QUE TU PROPIA MADRE ES TU PEOR ENEMIGO Y TE HACE DAÑO, BESITOS.

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  4. Hola Maria Laura!
    Se que es complicado darse cuenta de eso. Por lo que cuenta Andrea aqui, Carlos si sabia pero no queria verlo.

    Gracias por venir.

    Besitos astrales!!

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  5. Hola Aimara...

    Miles de gracias por tan bellas palabras en casa, vengo ahora en la noche a curiosear un poco.

    Complicada vida tiene Andrea en el circulo en que se ha metido, o se metió.

    Un saludote de buenas noches..

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  6. Hola Balovega amiga ¡cuanto tiempo! Que sepas que te extrañaba.
    La vida de Andrea, muy complicada y las decisiones que iba tomando tambien lo fueron. Espero que le sirva a quien ella cree que debe llegarle integras sus palabras.

    Besitos astrales y muchas sonrisas!!

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  7. Quiero felicitarte Aimara en el día internacional de la mujer.
    Un abrazo

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